Si has tenido acné en la adolescencia es probable que a partir de los 30 años vuelva a parecer, en las mismas zonas o en otras diferentes. Uno de los errores más comunes en los adultos que aún sufren algún grado de acné es el uso de productos demasiado agresivos, que resecan y desequilibran la piel.
El sebo que se produce en los
granitos del acné
no tiene nada que ver los las sustancias que forman la hidratación natural de nuestra piel. El sebo de los granos no hidrata; la piel con acné no está más hidratada que cualquier otra sólo por el hecho de tener acné.
La mayoría de productos indicados para el acné son muy agresivos y muy secantes, destruyen la capa natural de protección de la piel. Si se seca mucho la piel, los granos del acné disminuyen, si, pero el resto de la piel queda desequilibrada, expuesta y vulnerable. Es más propensa a irritarse, a adquirir nuevas alergias y sensibilidades e incluso a que el acné persevere.
Una piel adolescente, que es muy grasa por naturaleza, puede llegar a soportar este tipo de productos tan agresivos. Y repito: “llegar a soportar”, porque tampoco son productos muy recomendables ni si quiera a esas edades. Pero para una
piel adulta
, que es más frágil y más seca, estos productos se deberían de evitar totalmente.
Entonces,
¿cómo se debe cuidar una piel adulta propensa al acné?
La rutina es la misma que para cualquier otro tipo de piel: limpiar, tonificar e hidratar.
El limpiador debe estar libre de detergentes o tensioactivos de manera que respete la capa natural de protección y no desequilibre la piel. Debe llevar algún ingrediente antibacteriano y antiséptico para ayudar a controlar y mantener a raya los granitos (como el árbol de té) . E ingredientes calmantes para bajar la inflamación (eucalipto, caléndula, lavanda).
A continuación un tónico que aporte hidratación, revitalice y ayude a cerrar los poros y controlar la producción e sebo, que también contenga algún ingrediente antiséptico y calmante: hinojo, álsine, aloe, camomila, té verde, árbol de té…
Y por último una crema hidratante, que sea de textura ligera pero con buenas propiedades hidratantes; que ayude a regular la producción de sebo, que calme y aporte un efecto antiséptico. La manuka, miel, jalea real o propóleo son ingredientes ideales para dar la hidratación y el efecto antiséptico buscado; la rosa mosqueta, jojoba o caléndula acabarán de dar la hidratación, nutrición y efecto calmante necesarios.
Para completar la rutina tienes productos específicos:
- Mascarilla Purificante Facial Detox de Elemental Herbology, una o dos veces por semana. Te ayudará también a controlar el exceso de sebo y afinar poros.
- Gel Anti-imperfecciones de The Organic Pharmacy, que es un tratamiento específicos para los granitos.
Ya sabes, no castigues más a tu piel si aún tiene acné. Ayúdala a equilibrarse y a aportarle lo que necesita para combatir esos granitos. Notarás la mejoría enseguida!
Ah! Y no lo hemos mencionado, pero por supuesto, los granitos… ¡ni tocarlos!