¿Fumas? ¿Sabes como le afecta el tabaco a tu piel? Te damos algunos datos impactantes que te ayudaran a plantearte si es el momento de dejarlo…
¿Genética? No, estilo de vida
Muchas veces asociamos el aspecto de nuestra piel a lo bien o lo mal que la tienen nuestras madres, «es genética» y parece que hay poco que hacer. Pero no es del todo cierto, sólo el 25% del
envejecimiento cutáneo
se debe a causas genéticas, el otro 75% depende de la buena o la mala vida que llevemos… ¡está en nuestra mano!
El estrés, alcohol, contaminación, la falta de sueño, la mala alimentación, pero sobre todo el sol y el tabaco provocan oxidación celular que es la principal causa de envejecimiento. En las personas fumadores, sólo
el tabaco y la exposición solar suman el 80% del total de la oxidación celular
.
Tabaco = arrugas
El dato más impactante sobre el tabaco es que el riesgo de arrugas< de las mujeres fumadoras es casi el triple (si... el triple!!!) respecto a las que no fuman. La
relación del tabaco con las arrugas
se empieza a hacer más patente a partir de los 30 años. Y entre los 40 y 49 años la aparición de arrugas es la misma que tienen los no fumadores que tienen entre 65 y 80 años!
Que el tabaco produce
envejecimiento prematuro de la piel
lo hemos escuchado ya muchas veces, pero es mejor entender porqué y cómo:
El tabaco aumenta la actividad de la enzima encargada de romper las fibras elásticas que soportan la piel y le confieren su resistencia (elastina), es decir, se destruye más elastina de la que se debería y la piel pierde tersura y elasticidad. Para empeorar la situación, los deshechos de las fibras de elastina destruidas provocan la degradación del colágeno de su alrededor, y para acabar de rematarlo, cuando la piel trata de cicatrizar, al no tener un soporte de elastina correcto, el colágeno nuevo que se sintetiza lo hace de forma incorrecta lo que conduce a una distorsión de la piel. Esta distorsión de la piel, son las arrugas.
Tabaco y otros perjucios en la piel
El tabaco también disminuye la oxigenación de los tejidos (la nicotina provoca vasoconstricción), lo que limita el aporte de oxigeno y nutrientes,
acelera la aparición de manchas en la piel
, la vuelve mas seca y dificulta la cicatrización.
Además la piel de los fumadores está muy expuesta al tabaco por vía directa: por contacto directo entre el humo del tabaco y la piel (sobre todo la de la cara). La piel en contacto con el humo debe hacer frente a casi 16 veces más radicales libres que en un entorno sin humo. La piel no está preparada para esta carga de trabajo y los radicales libre provocan daños a nivel celular, degradando la pared celular e induciendo mutaciones del ADN.
Jeanne y Susan
Y como una imagen vale más que mil palabras, aquí os dejo la foto de Jeanne y Susan, hermanas gemelas. Seguro que acertáis cual es la que fuma y le gusta tomar el sol. La foto es solo una de las 79 fotos de pares de gemelos fumador/no fumador que participaron en un estudio para evaluar los daños físicos y visibles que provoca el tabaco. Impactante, verdad?