Muchos productos
exfoliantes de la cosmética convencional llevan microgránulos de plástico
para proporcionar ese leve efecto abrasivo y eliminar la capa superior de células muertas de la piel. Estos microgránulos se van por el desagüe de nuestros lavabos y duchas y acaban en el fondo de océanos y lagos. No parece que por su tamaño puedan afectar al medio ambiente, nada más lejos de la realidad.
En Diciembre de 2.013 el Marine Pollution Bulletin (publicación internacional sobre el medio marino) publicó un estudio describiendo como estos
microgránulos exfoliantes
estaban asfixiando los grandes lagos de USA. En el lago Michigan (Chicago) se encontraron 17.000 migrogránulos por kilómetro cuadrado y en lago Ontario (Toronto) hasta 1 millón por kilómetro cuadrado.
Los microgránulos son tan pequeños que se escapan a los filtros de aguas de las depuradoras. Se depositan en el fondo de lagos y océanos y destruyen la flora marina. Incluso son confundidos con comida y se acaban encontrando acumulados en el aparato digestivo de muchos peces.
No todos microgránulos de los exfoliantes están hechos con plástico. Las partículas de los
exfoliantes naturales están hechas con semillas vegetales pulverizadas
. La semilla de olivo se usa en la Crema Exfoliante Hidratante y la de albaricoque en el Exfoliante Facial Afrutado.
La cosmética natural va más allá del cuidado de la piel y también cuida el medio ambiente. Usar ingredientes y productos de la naturaleza nos beneficia a todos.