Como ya comentamos, la limpieza es la parte más importante de la rutina de cuidado de la piel. Muchos de los problemas y desequilibrios de la piel tienen su origen en una limpieza inapropiada.
Uno de los malos hábitos más habituales en los meses de frío es rehidratar la piel a lo largo del día sin haberla limpiado previamente. Muchas de vosotras habéis comentado que os volvéis a aplicar crema hidratante a lo largo del día las veces que sean necesarias para evitar que la piel se seque. Si lo hacéis sin tener la piel limpia lo que estáis creando es una capa por encima de la suciedad que se ha ido acumulando sobre vuestra piel. La suciedad queda recluida y “pegada” encima de la piel. Y aunque os pueda parecer que la piel está limpia, no lo está; el remedio es peor que el problema.
La solución no es limpiarse la cara cada vez que se necesite reaplicar la hidratante. La piel de la cara no se debería de limpiar más veces que por la mañana y por la noche. La solución es encontrar el régimen de cuidado de la piel diario que te proporcione la hidratación que necesitas a lo largo de todo el día.
1_ Busca
productos ricos en aceite de onagra, argán, jojoba o sésamo
. Pero en formato crema, no uses únicamente productos basados en aceites; las cremas contienen agua que te ayudará a mejorar el nivel de hidratación.
2_ Si sólo con la crema hidratante no tienes suficiente, prueba a combinarla con un serum.
3_ Exfolia la piel al menos una vez por semana, los principios activos y la hidratación penetrará con más facilidad en la piel.
4_ Evita el uso de jabones o detergentes agresivos o productos con alto contenido el alcohol.