¿Por qué muchos
bebés y recién nacidos
tienen problemas en la piel? Esta semana hablaremos de la piel de los más pequeños, los problemas más comunes y algunas formas de tratarlos.
La piel de un bebé es muy diferente de la de un adulto
y sus problemas y tratamientos también son diferentes. Aquí un resumen con las diferencias más notables:
La piel de un bebé supone el 13% del peso de su cuerpo, mientras que en un adulto sólo es el 3%. Esto supone una mayor proporción de superficie con el exterior respecto al volumen total del cuerpo; es decir, que tienen menos cuerpo para repartir las sustancias nocivas que puedan absorber por la piel.
La pérdida de agua transepidérmica (el agua que se pierde de forma natural a través de la piel) es mayor en los bebés, lo que supone un
mayor riesgo de deshidratación
. En bebés prematuros está pérdida de agua es mucho mayor, suponiendo un verdadero problema, incluso a nivel renal.
El estrato córneo es entre un 40 y un 60% más delgado en un bebé que en un adulto. El estrato córneo es la capa más exterior y más dura de la piel, que ejerce la función de barrera natural. Cuanto más delgada, más vulnerable; lo que hace que la piel del bebé tenga una
función barrera menos eficiente
.
La piel del bebé presenta un
nivel muy bajo de sebo
, este nivel se regulariza aproximadamente al año de nacer. Pero mientras, la piel del bebé tiene tendencia a estar seca.
La piel del bebé no regula correctamente su pH, lo que se puede llegar a traducir en complicaciones infecciosas.
La unión entre la dermis y la epidermis (unión dermoepidérmica) en el bebé es débil. Esto hace que sea más propenso a sufrir
inflamaciones o irritaciones
El control de la temperatura corporal y la sudoración no se desarrolla hasta los 2 años, con lo que es muy importante que el bebé no esté expuesto a temperaturas muy altas.
La melanogénesis (la capacidad de la piel para ponerse morena y protegerse del sol) no está desarrollada en los bebés, con lo que su piel es muy sensible a las radiaciones solares.
Cuando se trata de un bebé es aún más importante tener un cuidado especial con lo que aplicamos sobre su piel. Su piel y su organismo es mucho más sensible que los de un adulto. Sobre todo se deben evitar los ingredientes tóxicos, irritantes y oclusivos, como:
- alcohol
- tensiocativos: sodium lauryl sulfate, sodium laureth sulfate.
- derivados del petróleo: parafina, vaselina
- fragancias artificiales
- parabenos