Limpiadores: cuál, cómo y cúando.

Sabemos que la base para una buena rutina de cuidado de la piel es la limpieza. Pero la limpieza se puede hacer de muchas maneras y con muchos productos diferentes. Es difícil acertar con los productos que mejor van a tu tipo de piel y también con la manera de limpiar en función del momento del día. En esta entrada veremos por un lado los tipos de limpiadores y accesorios de limpieza y por otro las mejores rutinas por tipo de piel. ¡Allá vamos!

Tipos de limpiadores.

Los hay espumosos, en bálsamo, crema, gel, toallitas, aguas micelares… Es todo un mundo, la lista es muy larga.

Limpiadores a evitar:

Lo primero es quitar de la lista los limpiadores que no van a ser beneficiosos para la piel. Los limpiadores a evitar son:

  • Toallitas
  • Agua micelar
  • Con tensioactivos agresivos como: sodium lauryl sulfate, sodium laureth sulfate o dodecilbenceno sulfonato.

La manera de limpiar del agua micelar y de los detergentes agresivos es mediante tensioactivos. Estos tensioactivos atacan la grasa, pero toda la grasa, incluso la que forma parte de la capa de protección natural de la piel. Dejan la piel desprotegida, irritada y seca. Con lo cual la piel seca se hará más seca y la piel mixta o grasa sufrirá el efecto rebote y segregará más sebo. La piel sensible será la que más sufra con este tipo de limpiador ya que al verse desprotegida y vulnerable tendrá mucha más facilidad para irritarse.

Limpiadores beneficiosos para la piel:

¿Cuáles son entonces los limpiadores buenos? Podemos distinguir 2 tipos:

Los limpiadores lipófilos son cremosos, con textura oleosa. Retiran muy bien la suciedad del tipo orgánica: maquillaje, sebo, restos de productos cosméticos, protectores solares, etc. Dentro de este tipo de limpiadores hay dos variantes: los que se pueden retirar con agua (que son más prácticos) y los que no se retiran sólo con agua y necesitan la ayuda de un paño de muselina (son más eficaces).

Los limpiadores hidrófilos son más eficaces con la suciedad inorgánica y con la suciedad orgánica moderada. Pueden llegar a hacer una ligera espuma y se retiran fácilmente con agua.

VER TODOS LOS LIMPIADORES LIPÓFILOS TIPO BÁLSAMO

VER TODOS LOS LIMPIADORES LIPÓFILOS TIPO CREMA

VER TODOS LOS LIMPIADORES HIDRÓFILOS TIPO GEL

Rutina de limpieza según el tipo de piel.

La limpieza que se hace por la mañana es diferente a que se necesita hacer por la noche. Y no se debe hacer más veces a lo largo del día; si tienes la necesidad de volver a lavarte la cara a mediodía es que algo no estás haciendo bien del todo.

Por la noche es cuando la piel está realmente sucia. Ha pasado todo el día expuesta al ambiente, nos la hemos tocado con las manos unas 300 veces, le hemos puesto protección solar y, en algunos casos, maquillaje. La limpieza de la noche debe ser mucho más profunda que la de la mañana.

Por la mañana la piel se debe de limpiar, pero realmente no está sucia. Lo que se debe de hacer por la mañana es retirar el sebo generado durante la noche, refrescar la piel y prepararla para la posterior hidratación.

Rutina para pieles mixtas/grasas:

Por la noche: doble limpieza. Un primer paso con un limpiador tipo bálsamo o crema seguido de un segundo paso con un limpiador tipo gel específico para este tipo de piel, que ayudará a trabajar el exceso de sebo y evitar el efecto rebote.

Por la mañana: Un sólo paso con el limpiador tipo gel.

Rutina para pieles normales:

Por la noche: doble limpieza. Un primer paso con un limpiador tipo bálsamo o crema (sería más recomendable el bálsamo) seguido de un segundo paso con un limpiador tipo gel suave.

Por la mañana: Un sólo paso con el limpiador tipo gel o con un limpiador tipo crema. Este tipo de piel permite las 2 opciones de limpiador.


Rutina para pieles secas y muy secas:

Por la noche: doble limpieza. Un primer paso con un limpiador tipo bálsamo, seguido de un segundo paso con otro limpiador tipo crema.

Por la mañana: Un sólo paso con el limpiador tipo crema.

Con los productos adecuados estas rutinas son aptas para pieles sensibles.

Mas info sobre limpiadores:

La doble limpieza

Aguas micelares, no tan recomendables.

El paño de muselina, el perfecto aliado.

Ten cuidado con los limpiadores agresivos.




lily & WHITE

Escrito por Mara Esmorís. Ingeniera Química y titulada con el Máster de Cosmetología y Dermofarmacia de la Universidad de Barcelona. con más de 17 años de experiencia en el sector de la cosmética.

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