La familia de la
Vitamina A (retinol)
incluye varias de sus formas: carotenos, retinaldehido, ácido retinoico (también llamado tretinoina) o ésteres de retinil, y un gran número de sus derivados sintéticos.
El
Beta-caroteno
(de origen vegetal, presente en muchas frutas y verduras de colores naranjas y rojos), se transforma en Retinal, que se transforma en Retinol. Parte del Retinol se transforma en retinil palmitato mientras que otra parte se oxida y se transforma en las dos formas activas del
ácido retinoico
: tretinoina e isotretinoina.
La
Vitamina A
necesita ser suministrada al cuerpo ya que éste no es capaz de producirla por si mismo. Los retinioides son fundamentales para muchas de las funciones vitales: reproducción, visión, crecimiento celular, protección… Es su capacidad de incrementar el crecimiento celular lo que hace de los retinoides unos ingredientes muy interesantes para su uso en la piel.
Beneficios de la vitamina A y sus derivados:
Reparan el daño provocado por el fotoenvejecimiento.
La manera en la que los retinoides reparan el
fotoenvejecimiento
es modificando la estructura celular:
- Aumentan la regeneración y proliferación celular en la epidermis, haciéndola más gruesa.
- Compactan el estrato córneo (la capa más externa de la piel), la piel queda más homogénea, lisa y mejor protegida.
- Estimulan la síntesis y concentración de glicosaminglicanos, lo que aumenta el nivel de hidratación natural de la piel.
El resultado es que las
arrugas
de la piel se atenúan y mejora su aspecto y nivel de hidratación.
Impide la degradación del colágeno bajo exposición solar.
El colágeno formado en la dermis es la estructura base de nuestra piel, responsable de su firmeza y el tono.
La degradación del
colágeno
en la dermis es una de las consecuencias inherentes a la exposición solar. Los resultados de varios estudios demostraron que la piel tratada con tretinoina (ácido retinoico) antes de la exposición solar, apenas muestra degradación del colágeno.
Inhibe la formación de melanina.
Los retinoides inhiben uno de los pasos en la formación de la melanina, con lo que ésta no llega a producirse. Los melanocitos no se ven afectados, solo su capacidad para formar la melanina.
La piel tratada con retinoides va recuperando su homogeneidad y haciendo más leves las manchas solares.
Posibles daños de la Vitamina A y sus derivados:
Pero los retinoides tienen también un lado oscuro, los problemas más habituales que se pueden encontrar son estos.
Dermatitis retinoide.
El efecto secundario más habitual de los retinoides es la irritación del área donde se aplica el compuesto: prurito, sensación de quemazón, eritema, descamación… Especialmente presente en tratamientos con
ácido retinoico
, más leve en tratamientos con retinol.
Fotosensibilización.
Las zonas tratadas con retinoides presentan una sensibilidad especial al sol. Esta zonas tendrán más facilidad para quemarse e incluso para formar manchas solares. Con lo que es muy aconsejable su uso por la noche o, si es por el día, que sea a bajas concentración y siempre acompañadas de un filtro solar y activos antioxidantes.
Inestabilidad frente a la radiación solar.
La Vitamina A y sus derivados son muy inestables bajo los rayos del sol, su estructura se oxida muy fácilmente, lo que hace que pierda sus propiedades además de generar gran cantidad de radicales libres.
Esto se debe tener en cuenta también a la hora de guardar el producto que contenga un retinoide en su composición: el envase debe de ser totalmente opaco y que no deje pasar la luz cuando se abra.
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[…] Vitamina A y sus derivados (los retinoides) es muy efectiva para tratar pieles con arrugas y manchas solares, pero el uso de productos con Vit […]