¿Morenita… o sana? La respuesta parece bastante fácil, pero a día de hoy el uso de las
cabinas de bronceado
en nuestro país sigue siendo algo muy habitual.
OMS y las cabinas de bronceado:
En 2009 la
OMS
(Organización Mundial de la Salud) ya confirmó que
las lámparas de rayos UVA son cancerígenas
, en 2012 las clasificó como tales, haciendo especial hincapié en los menores de 30 años. Varios países tienen restringido su uso en menores de edad, incluida España. Debido al incremento de casos de cáncer de piel, el primer país en prohibir completamente su uso fue Brasil, al que le siguió Australia e Inglaterra. Ahora es Francia la que propone suprimir su uso en 2017. Poco a poco la legislación de los países va entrando en razón, porque lo que provoca cáncer a los australianos, brasileños o ingleses también lo provoca en el resto de los humanos.
Los estudios demuestran que estás máquinas son cancerígenas al mismo nivel que el tabaco o el asbesto. Aumentan las probabilidades de sufrir un
melanoma hasta un 75%
. Y prohibiendo su uso se evitarían hasta el 20% de los casos de cáncer de piel. Son cifras realmente escalofriantes, pero poco conocidas.
Un golpe de realidad:
Hace poco hemos visto en las redes sociales la imagen de Tawny Willoughby a las que a los 21 años le diagnosticaron cáncer de piel. Tawny era una usuaria demasiado habitual de las cabinas de bronceado, cuando salía del instituto se pasaba por su centro de bronceado unas 4 o 5 veces por semana. Las únicas recomendaciones que recibió fueron no tomar el sol después de la sesión y no darse dos sesiones en un mismo día. A día de hoy sigue luchando contra este cáncer, ya le han diagnosticado 6 tumores.
Si queréis saber más de cómo la radiación solar, que es la que imitan las cabinas de bronceado, provoca cáncer de piel podéis echar un vistazo al artículo: «Protección solar natural (IV): Radiación solar y cáncer».
Una última recomendación: si quieres mantener un toque de color durante el invierno ¡opta por un autobronceador natural!
