Si… se acaba el verano, volvemos a la ofi y el único recuerdo que nos queda de esos días largos de relax y felicidad es el moreno que aún llevamos puesto. Pero poco a poco se va yendo, esos recuerdos se van difuminando y la única luz que toca nuestra piel es la de la pantalla del ordenador. ¿Qué podemos hacer para
prolongar nuestro moreno
el mayor tiempo posible?
¿Como se produce el bronceado?
Para entender mejor como podemos prolongar el bronceado es útil saber como se produce.
Proceso de pigmentación de la piel
El color bronceado que vemos en nuestra piel es debido a la formación de melanina. La melanina es un biopolímero producido por los melanocitos en el estrato más profundo de la epidermis (estrato basal) en un proceso llamado melanogénesis. Los melanocitos se encargan de fabricar y depositar la melanina en las células que forman nuestra piel (queratinocitos); esta melanina se acumula alrededor del núcleo de la célula para proteger el ADN de las posibles mutaciones que puedan provocar los rayos del sol. La melanina absorbe la radiación solar en un 99%.
Una vez que la melanina está depositada y la piel se ve bronceada, si dejas de tomar el sol, la melanina se va perdiendo a medida que se produce la regeneración celular. En la raza blanca, la melanina se desintegra progresivamente en el interior de los queratinocitos a medida que van migrando hacia la superficie de la piel durante la regeneración celular. En cambio, en la raza negra la melanina se encuentra presente en los queratinocitos hasta las capas más superficiales de la epidermis.
Las células que contenían la melanina se van perdiendo dando paso a células nuevas que al no haber estado expuestas al sol no la contienen y vamos perdiendo el bronceado. Y en este punto nos encontramos ahora mismo!
¿Qué podemos hacer para mantener el bronceado?
Aunque parezca que vamos a obtener el efecto contrario,
exfoliarse ayuda a prolongar el bronceado
. Se trata de evitar descamarse, es decir, perder células de la epidermis por desecación y que la piel no necesite regenerarse antes de lo habitual. Los guantes de crin pueden resultar demasiado abrasivos e incluso pueden dañar la piel y desde luego a la cara no se deberían ni acercar. Es mejor usar algún exfoliante natural en crema mas suave o un paño de muselina, que exfolia la piel de una manera mucho mas suave potenciando el brillo que el bronceado ha dado a tu piel.
La exposición al sol puede haber resecado tu piel, dedica tiempo a
hidratarla en profundidad
hasta que recupere su vitalidad. Mejor usa cremas o «body butters» en vez de aceites corporales; los aceites no contienen el agua que tu piel tanto necesita. Lo ideal es que sigas usando lociones after-sun aunque ya no tomes el sol; están formuladas con ingredientes que te ayudan a prolongar el bronceado. Hidratate por la mañana para reducir la pérdida de agua a través de la piel durante el día y por la noche para que la piel pueda absorber el agua y los nutrientes (cara y cuerpo, siempre sobre la piel limpia).
Una ayuda extra con la alimentación
Con la misma idea de procurar que la piel no necesite regenerarse antes de lo necesario debemos mantenerla hidratada y nutrida desde el interior.
Hidratarla, fácil, bebe al menos un litro y medio de agua al día. Si haces algún ejercicio debería de subir a dos litros y medio.
La piel necesita macronutrientes: proteinas, aminoácidos, glúcidos y ácidos grasos esenciales. Es decir: pescado azul, fruta, verdura y aceites vegetales (de sesame, onagra, borraja…). El beta-caroneto nos ayudará también a mantener el bronceado que tanto nos ha costado conseguir. Lo encontrarás en las espinacas, zanahorias o aguacates.
Ya sabes, cuanto más cuides tu piel ¡más durará tu bronceado!
